Un análisis bibliométrico del campo de la investigación científica global en desigualdades en salud llevada a cabo en 2018 encontró que España era el 10º contribuidor global en este ámbito durante el período 1966-2015. Además, la gran mayoría de esta producción científica, aproximadamente el 45%, se adscribía a un número reducido de instituciones con sede en Barcelona, ​​lo que convierte a la ciudad en un potencial centro de investigación en este campo.

Ahora, cuatro años después, un artículo científico publicado este mes de julio en el Journal of Critical Realism ha analizado qué determina esta capacidad local para producir investigación sobre las desigualdades en salud, y cómo y por qué la ciudad de Barcelona ha generado tanta investigación en este ámbito durante este período.

El hallazgo pone de manifiesto el papel importante que juega un marco político favorable, la presencia de un número adecuado de personas motivadas (política y científicamente) y una masa crítica suficiente; así como un entorno propicio

El trabajo está firmado por la propia autora del análisis bibliométrico, Lucinda Cash-Gibson, junto con Eliana Martínez-Herrera, Astrid Escring-Pinol y Joan Benach, todos ellos vinculados al Grupo de Investigación en Desigualdades en Salud, Ecología - Employment Conditions Network (GREDS-EMCONET) del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF y al Johns Hopkins University- Pompeu Fabra University Public Policy Center (JHU-UPF Public Policy Center).

“Nuestros resultados confirman que varios mecanismos causales se han activado en el marco de determinadas condiciones contextuales a lo largo de estas cuatro décadas, una combinación de factores que ha contribuido a generar el gran volumen de investigación sobre desigualdades en salud realizados desde Barcelona”, afirman los autores.

El hallazgo pone de manifiesto el papel importante que juega un marco político favorable, la presencia de un número adecuado de personas motivadas (política y científicamente) y una masa crítica suficiente; así como un entorno propicio, que incluye el buen liderazgo, gestión e infraestructura de apoyo a la investigación, factores todos ellos que han permitido mantener y fortalecer estas capacidades de investigación a lo largo de décadas, a pesar de las limitaciones en los recursos existentes.

El estudio se centra en analizar seis mecanismos causales

El trabajo, realizado con un enfoque científico “realista”, y combinado con una metodología explicativa de estudio de casos, trata de probar y afinar seis mecanismos causales, identificando las condiciones contextuales que podrían haberlos activado. Los datos se triangularon a partir de diez entrevistas semiestructuradas a académicos, el uso de la literatura científica y otras fuentes de la “literatura gris” no científicas.

Los seis mecanismos causales analizados, que muestran una interacción entre ellos, fueron: (1) el reconocimiento y la concienciación hacia el tema; (2) el sentimiento de responsabilidad ética y moral de actuar; (3) cuidar la investigación de calidad; (4) la asignación de recursos dedicados a la infraestructura de investigación en desigualdades en salud en cuanto a recursos humanos y (5) de información; y (6) el fuerte sentido de capital social cognitivo.

Barcelona ha aglutinado un conjunto de factores esenciales que le han llevado al éxito

Los investigadores afirman que la ciudad, durante las cuatro décadas que engloba el estudio, ha estado casi siempre liderada por gobiernos socialdemócratas, o en coalición con otras fuerzas progresistas, con fuertes valores igualitarios y de justicia social, que han hecho de la salud pública una de sus principales prioridades.

Además, “Barcelona es una ciudad bastante progresista porque está abierta a las ideas internacionales y fomenta una amplia y potente comunidad científica. La evidencia sugiere que esta apertura a nuevas ideas y el aprendizaje compartido, especialmente a partir de los primeros años 80 y más allá, facilitó el desarrollo local de las capacidades de investigación en desigualdades en salud”, afirman los autores del estudio.

“Barcelona es una ciudad bastante progresista porque está abierta a las ideas internacionales y fomenta una amplia y potente comunidad científica"

Otros factores que también mencionan son: la presencia y el liderazgo de personas clave en las instituciones públicas; el acierto de la toma de decisiones estratégicas importantes por parte del Ayuntamiento y la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB); la buena gestión institucional; la dotación de recursos suficientes, y la formación de redes de investigación locales, que después se han ampliado a nivel nacional e internacional, y que han fomentado un fuerte sentido de capital social cognitivo.

Los autores, conscientes de las limitaciones de su estudio, piden que haya más investigación al respecto en otros entornos locales, nacionales y globales: “Este tipo de conocimiento podría identificar no sólo las buenas prácticas realizadas, sino también los retos planteados por orientar las futuras estrategias de fortalecimiento de la capacidad de investigación de las desigualdades en salud en entornos distintos”, aseguran.

Trabajo de referencia: Cash-Gibson, E., Martínez Herrera, E., Escrig-Pinol, A. y Benach, J. (julio 2022). “Why and how Barcelona has become a health inequalities research hub? En realist explanatory case study”. Journal of Critical Realism

https://doi.org/10.1080/14767430.2022.2095121