Atrás De la polarización política a la polarización afectiva. ¿Cómo se ha llegado a la situación actual?

De la polarización política a la polarización afectiva. ¿Cómo se ha llegado a la situación actual?

Mariano Torcal y Josep Maria Comellas, investigadores del Research and Expertise Centre for Survey Methodology (RECSM) de la UPF, son los autores de un artículo introductorio de un número especial publicado en la revista South European Society and Politics, en el que analizan a fondo la polarización afectiva existente en España y el sur de Europa desde una perspectiva comparada.

13.05.2022

Imatge inicial

Mariano Torcal, catedrático de Ciencia Política de la UPF, y Josep Maria Comellas, doctor en Ciencia Política por la UPF, ambos investigadores del Research and Expertise Centre for Survey Methodology (RECSM) de la Universidad, son los coautores de un artículo introductorio para un número especial sobre la polarización afectiva en España y el sur de Europa, que aprovecha un amplio número de indicadores de la encuesta panel E-DEM, dirigida por el propio Mariano Torcal.

El trabajo, publicado recientemente en la revista South European Society and Politics, se complementa con otros siete artículos, algunos de ellos firmados por investigadores del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF, que debaten y analizan a fondo diferentes aspectos relacionados con la polarización afectiva y cómo se ha instalado en nuestra sociedad.

El fenómeno “polarización política” en España ha adquirido recientemente una presencia importante en los debates públicos. Durante los últimos años, expertos, periodistas y creadores de opinión pública han venido afirmando de manera reiterada que el clima de polarización ha aumentado de manera notable también entre la ciudadanía.

"Todo esto ha generado la sensación de que la política en España esté conducida por afectos a los ‘míos’ y odios a los ‘otros’ en lugar de una discusión pública caracterizada por el intercambio crítico de opiniones y de discrepancias razonadas sobre hechos concretos y políticas públicas"

“Aunque hay discrepancias con respecto a su intensidad y sus causas, el debate se ha centrado en torno al creciente ‘tono polarizante/polarizador’ de muchos de los slogans de los representantes políticos y su repercusión por el eco generado por las redes sociales”, afirma Mariano Torcal.

Para el catedrático de Ciencia Política de la UPF y director de RECSM, “esta percepción se ha agudizado por el apoyo otorgado a partidos más radicales y extremistas que hacen de dichos discursos y nivel de confrontación una estrategia comunicativa constante. Todo esto ha generado la sensación de que la política en España esté conducida por afectos a los ‘míos’ y odios a los ‘otros’ en lugar de una discusión pública caracterizada por el intercambio crítico de opiniones y de discrepancias razonadas sobre hechos concretos y políticas públicas. Esto es lo que se ha denominado ‘polarización afectiva’ y que constituye el centro del trabajo presentado en este número especial”.

Polarización afectiva desde una perspectiva comparada y relación con la polarización ideológica

Tras discutir el concepto y su operacionalización en entornos multipartidistas, en el artículo introductorio del número especial los autores proporcionan una ingente cantidad de datos sobre la polarización afectiva en España y el sur de Europa desde una perspectiva comparada utilizando el Proyecto de Elecciones Nacionales Comparadas (CNEP) y el Estudio Comparativo de Sistemas Electorales (CSES). También aportan datos longitudinales, lo que permite apreciar cómo ha evolucionado este tema en los últimos años.

La polarización afectiva partidista va unida a una redefinición de los conflictos respecto de otras identidades presentes en la esfera política y social, como el conflicto identitario regionalista/nacionalista

Pero los autores no sólo se limitan a esto, ya que abordan dos temas muy importantes. Primero, la relación entre polarización afectiva y polarización ideológica, entendida esta segunda como la creciente discrepancia entre los españoles sobre los grandes temas y políticas de debate en la esfera pública. Respecto a este asunto, los autores muestran claramente que dichas discrepancias ideológicas no son la fuente de la polarización afectiva, y que esta última responde más a la percepción de las discrepancias de los líderes políticos (o de la oferta partidista). 

El segundo gran tema que abordan los autores son las diferentes dimensiones que pueden configurar o estar detrás de la polarización afectiva partidista (en torno a los partidos). De este modo tratan de mostrar que la polarización afectiva partidista va unida a una redefinición de los conflictos respecto de otras identidades presentes en la esfera política y social, como el conflicto identitario regionalista/nacionalista.

Siete artículos más que dialogan sobre la polarización afectiva

Por último, este número especial de South European Society and Politics abre la puerta a un conjunto de otros siete artículos firmados por un grupo de reconocidos académicos vinculados a varias instituciones de España, que trabajan con los mismos datos y que entablan un dialogo teórico y empírico con los problemas planteados en el artículo introductorio.

En estos artículos se tratan aspectos tan importantes como el efecto de la polarización afectiva en la participación electoral y en las preferencias electorales; la relación de la polarización con las identidades que gravitan en torno al conflicto territorial y con la aparición de partidos más radicales; el grado de relación entre la exposición a medios de comunicación más radicales o a cuentas de Twitter con más contenidos polarizantes y la polarización afectiva, y por último, el efecto de esta polarización en el grado de confianza en las instituciones políticas de representación.

Entre los autores de los artículos, encontramos al propio Mariano Torcal, junto a investigadores vinculados al Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF (Toni Rodon, Danilo Serani) y de otras instituciones y universidades, como el CSIC, la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) y la Universidad de Salamanca.

El efecto de la polarización afectiva en la confianza en las instituciones políticas en España

Uno de estos trabajos, firmado por Mariano Torcal junto con la profesora Emily Carty, de la Universidad de Salamanca, trata de mostrar como el llamado “efecto pernicioso de la polarización afectiva” se refleja en un descenso en los ya maltrechos niveles de confianza de los españoles en las instituciones de representación.

Los discursos que fomentan la polarización van acompañados de discursos iliberales en contra de las instituciones básicas de nuestro sistema político

Según los autores, la polarización afectiva promovida por las élites va acompañada de dos aspectos que explican este deterioro. En primer lugar, puede deberse a estrategias de confrontación fomentadas por la mayoría de las élites que bloquean los procesos de dialogo requeridos en un sistema ya muy fragmentado y con muchos partidos: el resultado es una sensación de que dichas instituciones se caracterizan por su inacción o ineficiencia.

En segundo lugar, los discursos que fomentan la polarización van acompañados de discursos iliberales en contra de las instituciones básicas de nuestro sistema político, a las que se caracterizan por su ineficiencia, por fomentar la división, la superposición innecesaria de funciones y gastos, y por defender los intereses de aquellos que se encuentran en las mismas en lugar de los intereses de los ciudadanos.

El papel de los medios y las redes sociales en la polarización afectiva

Todo este proceso que ha llevado a que la polarización afectiva haya impregnado la política en España, ¿de qué manera está vinculado con los medios de comunicación y las redes sociales? Según Mariano Torcal, “La política en España se ha caracterizado en los últimos años por la presencia de constantes exabruptos, insultos o descalificaciones pronunciados por algún líder o comentarista político en algún medio de comunicación o en redes sociales. Esto ha solido ir acompañado del uso recurrente de etiquetas que son utilizadas por políticos o generadores de opinión con afanes descalificativos del supuesto oponente político, tales como ‘bolivarianos’, ‘comunistas’, ‘fascistas’, ‘rojos’, ‘separatistas’, ‘españolistas’ o/ y ‘terroristas’ entre otros muchos”. Y añade: “Este fenómeno está adquiriendo carácter generalizado en la gran mayoría de los medios de comunicación, que con un marcado tono sensacionalista (sólo hace falta darse una vuelta por las tertulias televisivas matinales que proliferan en todos los canales) se empeñan con gran ahínco en la venta de su ‘producto (des)informativo’”.

“Todo ello contribuye a que se perciba un ambiente generalizado de crispación y confrontación en la esfera pública en donde una gran mayoría de informadores y de ciudadanos no se comportan como tales, sino como hooligans"

El catedrático de Ciencia Política de la UPF concluye que “todo ello contribuye a que se perciba un ambiente generalizado de crispación y confrontación en la esfera pública en donde una gran mayoría de informadores y de ciudadanos no se comportan como tales, sino como hooligans. No hace falta irse a las polarizadas redes sociales (que, por definición se caracterizan por su enorme polarización) para apreciarlo, y, en cualquier caso, ya se encargan dichos medios de comunicación de hacernos saber qué pasa en las mismas, contribuyendo a crear un prisma que nos hace percibir un estado de ‘polarización y confrontación generalizados’”.

Ahora bien, como tratan de mostrar el mismo Mariano Torcal en su trabajo con Javier Lorenzo publicado en este mismo número, las redes sociales simplemente se limitan a aglutinar aquellos que ya están polarizados como consecuencia de su identificación con un partido determinado.  En este sentido, no polarizan a los ciudadanos, sino que les permite expresar su grado de polarización resultando en una percepción sobredimensionada del grado de polarización que realmente existe en la sociedad.

Trabajos publicados en este número especial:

 Mariano Torcal, Josep Maria Comellas (2022). “Affective Polarisation in Times of Political Instability and Conflict. Spain from a Comparative Perspective”. South European Society and Politics
DOI: 10.1080/13608746.2022.2044236

Isabel Rodríguez, Diego Santamaría & Luis Miller (2022) “Electoral Competition and Partisan Affective Polarisation in Spain”, South European Society and Politics
DOI:  10.1080/13608746.2022.2038492

Danilo Serani (2022) “In-Party Like, Out-Party Dislike and Propensity to Vote in Spain”, South European Society and Politics
DOI: 10.1080/13608746.2022.2047541

Amuitz Garmendia Madariaga & Pedro Riera (2022) “Territorial Polarisation after Radical Parties’ Breakthrough in Spain”, South European Society and Politics,
DOI: 10.1080/13608746.2022.2038943

Toni Rodon (2022) “Affective and Territorial Polarisation: The Impact on Vote Choice in Spain”, South European Society and Politics
DOI: 10.1080/13608746.2022.2044235

Albert Padró-Solanet & Joan Balcells (2022) “Media Diet and Polarisation: Evidence from Spain”, South European Society and Politics
DOI: 10.1080/13608746.2022.2046400

Javier Lorenzo-Rodríguez & Mariano Torcal (2022) “Twitter and Affective Polarisation: Following Political Leaders in Spain”, South European Society and Politics
DOI: 10.1080/13608746.2022.2047554

Mariano Torcal & Emily Carty (2022) “Partisan Sentiments and Political Trust: A Longitudinal Study of Spain”, South European Society and Politics
DOI: 10.1080/13608746.2022.2047555

 

Multimedia

Categorías:

ODS - Objetivos de desarrollo sostenible:

16. Paz, justicia e instituciones sólidas
Els ODS a la UPF

Contact

Para más información

Noticia publicada por:

Oficina de Comunicación