Autor: ROMÁN,
Juan Bautista |
Localización
y transcripción: Manel Ollé Rodríguez |
Dos cartas desde
Macao del Factor Real de Filipinas Juan Bautista Román a Felipe II
25 y 27 de junio de 1584
Cuando
llegué a este reino de la China, como escrivo a V.M. en la que va con ésta,
escriví a los padres Miguel Rrugero y Mateo Rrizzi de la Compañía de Jesús, de
naçión italianos, que rresiden en la çiudad de Xauquín, donde esté el tutan o
virrey de esta provinçia, diziéndoles la voluntad de vuestra magestad çerca de
embiar aquel presente al rrey de la China, y como por no haver tenido manera de
poderle conduçir a sus manos, se havía quedado en México, y que agora el
governador de Filipinas havía ordenado al padre Alonso Sánchez, rreligioso de
la misma orden, y a mí, supiésemos de ellos si la avría par dar notiçia de ello
al rey por medio y intervención del tutan. Los padres nos rrespondieron
poniendo algunas dificultades a causa de que estos chinas no permiten por sus
leyes y ordenanças que gente estrangera entre en su rreino, demás que será
dificultoso darles a entender la grandeza de vuestra magestad y de sus reinos y
señoríos, porque se tienen persuadidos que no ay prinçipe en el mundo que se
pueda igualar al de la China. Pero después de esto tubieron lugar de hablar con
çiertos officiales del Rey y arrimados del Tutan, el qual fué informado de todo
lo que se pretendía y holgó mucho de ello, ofreciéndoles que si hera cosa
çierta lo que dezían, daría orden como el presente se pudiesse llevar al rrey,
y dixo que luego despacharía al aytao que rreside en Canton, y si la segunda
persona de esta provincia hiziesse informaçión de qué hombres éramos, fuera
verdad lo que dezíamos, para que siéndolo fuésemos a Xauquin y el despachase al
correo dar notiçia de nosotros y assí estamos esperando para assí que vengan
hazerla, para la qual tenemos grangeado al manderín o juez que aquí rrreside, y
mucha esperanza y casi çertidumbe de yr a Xauquin y de allí a Paquin, donde el
rey tiene su asiento. Según las cosas se van disponiendo, en las quales no
desseo sino açertar a servir a Dios y a vuestra magestad, y para ello me pongo
a riesgo de que me tengan por espía y hagan de mi lo que quisieren, porque muy
bien saben las tierras y rreinos vecinos extraños que los españoles ha
conquistado y ven lo subcedido de las Philipinas y se temen en toda esta costa
de nosostros. Aunque en la tierra adentro tienen muy poca o ninguna notiçiaa de
ello ni de los españoles. Y si quiere de yr a la corte como espero, dexaré
escripto a vuestra magestad para con la nao de Malaca o por vía de las
Philipinas, porque el camino es muy largo por tierra, que me dizen se tarda
desde Canton dos meses y medio hasta llegar a Paquín, según lo dicho me pareçe
que en yda y buelta y rresidençia se tardara çerca de un año, porque con el
rrey y con sus ministros se negocia siempre con mucha dificultad. La intençión
y disignio que llevamos es de dezir la verdad de todo y como no somos enviados
por vuestra magestad, sino por su governador de aquellas yslas a saber la
voluntad del rrey çerca de la amistad y comerçio y de la llevada del presente
para dar notiçia de todo a vuestra magestad, porque no fuera justo que nosotros
dijéramos otra cosa llevando tan poco aparato. Aunque para lo que se a de
significar del que nos envía y de nuestras personas es que llevamos basta,
porque yo llevo qué gastar y ocho o diez soldados en muy buen ábito y con todo,
haziendo siempre cabeza y caudillo de nosotros y de lo que se ha de tractar al
padre Alonso Sánchez, que es rreligioso de mucha prudençia, sagaçidad y
doctrina, y que dessea la conbersión de estas gente con grandíssimo ferbor y
zelo cristiano, como su magestad verá por su carta que va con este pliego, juntamente
con las de los dos padres de Xauquín dirigidas al virrey de la Nueva España
para que las vea y las enbie a vuestra magestad, avisando de su pareçer y para
que, si quiere enviar embaxada al rrey de la China, entretanto vuestra magestad
lo ordena de propósito y lo pueda hazer, porque con la dilaçión no se
desconfíen lo chinas y lo tengan por cosa de burla como tubieron un presente
que el rrey de Portugal envió al de la China, que no qusieron admitirlo, y
abiéndose de embiar en nombre de vuestra magestad, es neçessario que sea
curioso y costoso porque las rriquezas de la tierra no sufren otra cosa y las
que se podrían enviar son cavallos de la Nueva España enjaezados hasta una
dozena u dos, porque aunque en la China los ay, no son tan grandes, y piezas de
terciopelo, brocados y telas de oro, alguna tapiçería de Flandes, vidrio de
Venecia, espejos borceguíes, rrelojes grandes, algunas armas doradas o lanzas
pintadas al olio, y de pluma colchas de pluma, alguna ropa bordada de avalorio
y otras curiosidades de Milán y algunas (...) de vino blanco y tinto, algunas
pocas espadas anchas y angostas.
Del
efecto que de ser esta jornada y la comunicación y gasto del presente es sólo
para calar la tierra y sus fuerzas, costumbres y calidades para avisar de ello
a vuestra magestad por si sirviere de hazer agora o en algún tiempo ésta tan
ynsigne empresa porque tractar por medio del comerçio y de los predicadore se
conviertan esta gente al verdadero conoçimiento de su salvaçión es cosa
inpertinente si Dios no haze milagros evidentíssimos a causa de su soverbia y
que no pueden creer que ay más que enseñarles de lo que ellos se saben, demás
que su lengua es dificilísima y sus letras ynfinitas, y no nos acabaremos de
entender con ellos en toda la vida hasta que entre por esta tierra alguna
mínima parte del poderío de vuestra magestad y la neçesidad les haga aprender
nuestra lengua y letras que les serían más fáciles que nosotros las suyas, y
porque sobre la justificaçión de esta jornada y derecho que vuestra magestad
puede tener a ella, escrive el padre Alonso Sánchez, que es varón consumado en
letras y en toda aptura, no puedo yo dexar de rremitirme a su carta con desseo
que nuestro Señor inspire en el rreal coraçón de vuestra magestad lo que más
fuere su serviçio y gloria de su Yglesia militante, esto suplico humilmente a
vuestra magestad, que si se oviera de hazer jornada a esta China o llevar el
presente, que sea yo uno de los que sirvan a vuestra magestad en ella, pues he
sido el primer criado de vuestra magestad que se a dispuesto a buscar ésta
entrada y me pongo a tan notable peligro.
El
padre Mateo Rrizzi, que es uno de los dichos dos religiosos me a enviado una
relación muy breve y açertad de las cosas de la China y de sus antiguedades y
descriptió, la qual envio con las cartas dirigidas assi mesmo al virrey de la
Nueva España para que las encamine a vuestra magestad.
Por
la otra escrivo a vuestra magestad que más conveniente será para la conversión
y paçificación de esta tierra sustentar esta casa de la Compañía de Jesús y así
principalmente la misión de aquellos dos padres ytalianos que son varones
apostólicos, ynteligentes y prudentes, para qualquier negoçio que Vuestra
magestad o sus ministros les encargaren. Agora buelbo a dezir lo mesmo, porque
cada día veo de la neçessidad que tienen y ocupaçión en aprender las letras y
lengua china. Guarde nuestro Señor y en salud la S.C.R.. persona de vuestra
magestad con el aumento de reinos y señoríos que sus vasallos y criados
deseamos. De Macán en la China a 24 de junio de 1584.
De
su magestad vasallo y criado, Juan Baptista Román, factor de las Filipinas
Con
la dilaçión de la partida de esta nave por no haver hecho tiempo, aunque pueda
salir del puerto, se me ha ofreçido que (...) avisar a vuestra magestad del
modo que se podría tener en llevar el presente y cartas al rrey de la China, de
manera que le llegue a us manos y sea enterado de la real voluntad de vuestra
magestad si vuestra magestad es servido de ello, y digo que según la grandeza y
rriqueza de este príncipe havía de ser de cosas esquisita y costosas, que
valiesen en essos rreinos hasta sesenta o setenta mill ducados, conforme a la
memoria que en otra carta embío. Ésto se havía de llevar a las yslas
Philipinas, donde se podría abrir y orear y rreformar los cavallos, de allí
puede el governador despachar dos navíos con alguna gente luzida y buena
artillería, y su aparato de chirimías y pinturas de las armas rreales y otras
cossas tales, y yr derechos a la çiudad y rrío de Canton, y entrar haziendo
salvas muy cumplidamente y de aquí se ha de conducir a Paquín, donde el rrey
rresside por medio de los virreyes de las provinçias que están delante,
comenzando desde el de Xauquin, y es çierto que s una vez este virrey lo
despacha, no osarán los otros hazer otra cosa, demás que será pública y de gran
rrumor por todos los reynos y ninguno se atreverá a interrompello, para lo que
más espero llevar provisión de este virrey que manada de la corte con que se
pueda venir seguramente, y aunque se no se (...) por agora, no hay dubda sino
que, llegando allá con este ruido y llevando los padres de la Compañía de
Jesús, el presente sería admitido por el conoçimiento que tienen ya de ellos,
allende de que los padres Miguel Rrugero y Matteo Ricci, vuestra magestad,
saben ya escrivir, leer y hablar la lengua china rrazonablemente, y entonces la
sabrán mejor y podrán declarar las cartas de vuestra magestad al Rey y a los
del consejo, y darles a entender todo lo que se pretendiere, pues no ay oy
otros intérpretes en el mundo que sean de provecho, y ha deparado Dios estos
dos padres que lo serán tan fielmente, y personas que con la mucha prudencia y
habilidad significarán a los chinas todo lo que conviniere para dexar fraguada
esta correspondencia y amistad, y servirán a vuestra magestad con mucho amor en
ello y en todo lo que les mandare de su profesión, demás de que ay otros muchos
de esta orden que son conoçidos de los chinas de treinta años a esta parte, y
los tienen por hombres synceros y verdaderos y se fiarán de ellos y no de otros
rreligiosos que no conoçen hasta agora, antes a los padres de San Françisco que
han aportado a su tierra, algunas veces los an tenido siempre presos en las
cárceles por hombres sospechosos y no ha servido su venida sin para darles qué
imaginar y (...) Quise avisar a vuestra magestad no por particular devoçión ni
afiçión que yo tenga a los de la Compañía, sino porque teniendo la cosa
presente, veo lo que conviene en este caso a el serviçio de Dios y de su
magestad, y assí affirmo por verdad (a mi pareçer) infalible que conforme a la
disposiçión en que agora queda este negoçio y todos los de esta tierra, no se
podrá conseguir la amistad de los chinas ni llevar el presente y cartas de
vuestra magestad al rrey, ni interpretárselas sin intervençión de los padres de
la Compañía, y que con ella se podrá llevar y negoçiar todo lo que se pretende
fáçilmente y no de otra manera, como se verá por los effetos, si vuestra
Maestad manda ponerlo en execución. Guarde nuestro señor y ensalçe la S.C.R.
persona de vuestra magestad con el aumento de reinos y señoríos que vasallos y
criados desseamos. De Macan, en la China, a 27 de junio de 1584. Digo que en la
embajada convendría también yr personas seglares.
S.C.R.
D
De
su magestad vasallo y criado, Juan Baptista Román, factor de las Filipinas