Autor:
Religiosos
Título: Memoria de los Religiosos de las yslas del poniente de cosas
quel padre fray Diego de herrera á de tratar con su magestad o su Real
consejo de yndias
Lugar y fecha: Manila, 1573?
Localización:AGI,
Audiencia de Filipinas, 84
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del documento digitalizado:
2.109 palabras / 11.294 caracteres
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Localización
y transcripción: Dolors
Folch Fornesa / Carles Brasó Broggi
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Lo
que el padre fray Diego de herrera á de tratar con su magestad o con su Real
consejo.
Que para
descargo de nuestra conçiençia, por la obligación que tenemos, va V. R. allá
como quien á estado desdel principio en la tierra, a dar la cuenta, así por
palabra como por scripto, de la mala orden y manera que ay en esta tierra,
así en la conquista como en el sustentarla, para que su magestad, como christianíssimo,
prouea del remedio y descargue su conciencia Real. Primeramente, en el apaciguar
la tierra y poblazones, ay esta manera: va vn capitán con gente e yntérpretes
al pueblo de quien se tiene noticia solamente, o al que á sido rouado de otros
españoles, y les dizen que si quieren ser amigos de los castellanos que les
den luego tributo, y diziendo de sí, se paran a concertar qué tanto á de dar
cada hombre, y que lo den luego, y algunas vezes por no venir en lo que les
piden, les an robado el pueblo, y lo mesmo les paresçe ser justo rouarlos
sino aguardan y desmaparan sus casas, y todo esto sin auerles hecho ningún
beneficio, sin darles a entender a qué son embiados de su magestad, ni darles
noticia de dios.
Que estamos
los spañoles ynfamados en esta tierra y aborreçido nuestro nombre, y aún el
sanctísimo nombre de nuestro zeñor, como vsurpadores de lo ageno, cosarios
sin fee y derramadores de sangre humana, porque veen que aún a nuestros mismos
amigos los maltratamos acosamos, trauajamos, y se les hazen muchas violencias
y fuerças, así en sus casas, como en mugeres e hijas y hazienda y maltratando
sus personas con palabras y obras, y en esto no ay quien los ampare ni buelua
por ellos, y los más vibiendo más acosados, y los hazen aun daños gravísimos
y muertes, con venir a notiçia de los que mandan, no ponen remedio de ymbiar
a hazer ynformaciones tan lexos, diziendo que á de parecer por escripto, y
ques gran costa y trauajo embiar lexos a las vezes, como el señor de agora,
que el primero que lo murmura, pero dilátalo; dize: para quando él fuere a
visitar toda la tierra. Iten, por los grandes rouos, muertes y catiuerios
que se an hecho así por capitanes como por otros caudillos y soldados por
todas las yslas, con achaque solo a que no tenían cédula de paz, y nunca allí
avían aportado spañoles, y aún a muchos que la tenían ya y seguro en nombre
de su magestad, lo an quebrantado y an roto la cédula, y de todo esto, ques
muy público y notorio a todos, no á auido castigo ninguno y áse avido gran
disolución, que creo que bien poquitos son los questán libres desta lacra.
Que a
los amigos, que poniendo causas justas y agrauios que an receuido de otros,
an pedido fauor y ayuda, no se les á dado ni los an desagrauiado por parescerles
que era más la costa que el provecho. Estos an sido pocos; no me acuerdo más
de que vn principal de xaro, llamado Mamicoan, christiano, pidió al alcalde
mayor de çubú, don Pedro de Luna, y a la Justizia de çubú, que otro viejo
su vezino, estando ausente, le auía quemado su casa, do fueron quemados su
padre y madre con otros daños, y esto, según él dezía, solo porque vino a
casarse y hazerse christiano a çubú, y intercedieron por él los Religiosos
que allí morauan a la sazón, para que embiasen quatro spañoles y truxesen
preso aquel viejo, y respondieron que sería alborotar la prouincia si eso
hiziesen. Fuera desto ay vn cosario, llamado Carabis, que destruye a çamal
y masbat cada año; iten, los joloques, que destruyen todos los pintados y
asímismo los camarines; yten, los de ylo y Vilnabagan, y nunca los spañoles
van en demanda destes, ni los castigan o humillan o hazen restituyr lo que
an lleuado, sino sólo a las ouejas que no saven menearse, acauados de ser
rouados de los otros, vienen asegundamente a rouarles pidiéndoles tributo.
Que se da por guerra justa en consejo
de guerra, si los yndios dizen que no quieren el amistad de los spañoles,
o si hazen algún fuerte para defenderse, y a estos matan, cautivan, rouan,
queman las casas, y así se hizo por esta causa la guerra de bitis y lubao,
y los fuertes que rrindió Juan de Sauzedo, y lo de cainta, a do la noche antes
vn yndio subido en vna palma a vozes dezía: spañoles, ¿qué os hizieron o devieron
nuestros padres, porque nos vengais a rouar? ¿Y la de panpaga? Y en todas
estas mataron mucha gente y cautivaron y vendieron por sclauos, en espeçial
en lo de papanga [sic], porque dizen que desafiaron a los spañoles, aunque
en todos ellos no huvo rresistencia.
Que se
da por guerra justa en el consejo de guerra para destruyr vn pueblo y hazer
sclauos los que pudieren cautivar, si en él an muerto algún spañol, sin considerar
qué ocasiones dio el muerto o qué agrauios hizo, como estos no entiendan ni
tengan a quien pedir que les desagravie, sino es a Dios y a su justicia, y
no tenían Rey ni señor a quien pedirla; y este castigo se haze sin aduertir
quienes son los culpados, y a Ias vezes solo vno es el que tiene la culpa
y castigan todo el pueblo, y casi nunca á pagado el culpado o el que fue participante
en ello, porque esos luego se ponen en cobro. Así se hizo la guerra en la
ysla de çubú contra aquellos pueblos de Tandaya, porque mataron vn grumete,
y en bohol porque mataron a Bexarano por demasiadas exaçiones que hazía en
cobrar los tributos, a donde, como en los pueblos do lo mataron no hallasen
gente, prendieron siete yndios de vn pueblo más abajo, que se dize Baye, a
los quales ahorcaron porque confesaron que avían sauido antes quando se concertauan
los otros para matarlo. Yten. porque en la ysla de marinduc mataron a Mena
y otros tres que les pedían tributos, fue el capitán luys de la haya, por
mandado del gouernador y de todo el consejo de guerra, a destruyr Ias yslas
de bantón y malinduc; item, lo de guimbar.
Que en
la mayor parte de la tierra no ay más paz de que algún capitán o caudillo
con gente pasó de pasada, y les dixo que si querían paz con los spañoles que
les diesen tributo, sin otra causa ni razón, y así se hizo en la costa de
bulinao y ylocos casi 100 leguas, a do dentro de vn año dos vezes la an corrido
así, y an cobrado más de seys mil tayles de oro, que son cerca de mil marcos,
y aún bien llegarían a ellos; y la misma orden se á tenido en las demás costas,
aunque no en tanta quantia.
Que con
no más pacificación questa se á repartido y reparte la tierra, y el encomendero,
tomando consigo algunos compañeros, va al pueblo o pueblos que le an dado,
y el parlamento que les haze es dezirles: mirad, que soy vn amo que el gouernador
me os á dado; yo os ampararé de que otros spañoles no os agrauien; y éste
es el común raçonamiento de los más, sin hazer minsión de Dios ni del Rey,
y luego demandar el tributo cada vno lo que puede sacar sin medida y comúnmente
van dado en pedir a los luzones tres o quatro maes a cada vno, y en los pintados
a dos o tres, lo qual para los principios es cosa muy excesiva para gente
que no supo qué cosa es dar tributo, y si no les aguardan para en concertarse
o dar tributo, algunos les queman las casas y pueblo, como lo hizo el maese
de Campo [en] el pueblo de Babán, y Navarro en su encomienda de Çurigao.
Que muchos
encomenderos se están en sus encomiendas todo el año o la mayor parte dél
grangeando, donde son muy molestos y perjudiciales a sus yndios.
Que no
se haze caso de la dotrina, no se da fauor ni ayuda a los Religiosos para
ella, antes hasta agora an contradicho de que no nos apartemos ni hagamos
casas entre los yndios, sino que vivamos entre los spañoles, y ni entonces
ni agora á avido de parte de los que gouiernan ayuda alguna, así para traerlos
a nuestra sagrada fee, como para hazer que dexen sus malos ritos, diziendo
que es muy temprano, como si con vna palabra se lo pudiese quitar, que en
esto como es gente tímida luego obedeçen ni an querido jamás sobrelleuar en
cosa ninguna a los christianos, para así convidar a todos los demás, antes
comúnmente, como hombres más paçíficos y que los tienen más a mano los an
más travajado que a los demás, y que aún de palabras an sido escasos en agradecérselo,
de donde á sucedido que ay muy pocos naturales baptiçados, fuera de çubú,
por las causas dichas.
Que ay
en general muy poca christiandad en los spañoles, que se haze muy poco caso
del culto diuino y de sus ministros, que ni aún jacales onestos con gran dificultad
se an hecho en que celebrar los oficios diuinos, que ay mucha disolución con
mugeres, aún ynfieles, aún en las cavezas es esto cautamente.
Que an
vendido mucho sclauos, y otros retienen que son mal avidos, cautivados injustamente,
y algunos por servirse dellos, y que no se los quiten para bolverlos a sus
tierras, an hecho fraudolentamente que ellos mismos viniesen a pedir el baptismo
y los an hecho christianos.
Que muchas
yslas y pueblos están destruydos y casi asolados, parte por los spañoles o
por su causa, parte por ambres, de las quales o de su principio dellas fueron
ocasión los spañoles, que o por miedo o por desechar los españoles dexavan
de sembrar, y quando quisieron sembrar sobrevino langosta, y así á muerto
mucha gente de hambre. Que se an hecho y hazen oy día muchos agrauios a yndios
por los spañoles o por sus mismos encomenderos, y aún muertes, y como son
en partes remotas, y que las partes no pueden yrlo a pedir, o no lo saben
pedir aunque viene a noticia del gouernador no lo remedia, o diziendo que
á de parecer por scripto, o que quando fuere allá lo castigará como me dixo
a mí, diziéndole de la yndia que avía muerto luys pérez, y de la otra principala
que dexó en prisiones y del yndio que mató gudínez, y como lo dezía el adelantado
quando le tratauan de lo que hazía luys de la haya y Andrés de ybarra y Juan
Maldonado y el contador.
Que todos
o los más spañoles, quando van por los pueblos, se hazen justicias en averiguar
pleytos y pendencias que entre sí tienen los naturales, y llevando por ello
paga, adjudicando muchas vezes sin justicia a quien mejor se lo paga.
Iten,
dará V. R. noticia a su magestad de la gente que es, y que no tienen Rey ni
señor, sino que viuen en quadrillas o parentelas, a donde el más rico o el
que más puede es el mandón, y se tiranizan y rovan vnos a otros; que los esclauos
que los naturales tienen, parte dellos son de ynmemorable memoria, que sus
padres y agüelos siruieron a sus antepasados; parte dellos por enpréstitos
y deudas an venido a ser sclauos, contando siempre en los empréstitos husuras,
que se husan aquí mucho, parte por delitos o por aver hurtado por poco que
sea, o levantado testimonio, o atrevídose en palabra o en hecho contra algún
prinçipal; otros, y estos son los menos que an sido cautivos en guerras, que
tienen entre sí, las quales algunas son que de muy antiguo son enemigos, otras
por algún agrauio, que de la vna o de la otra parte á sido hecho, las quales
causas son difíciles de averiguar quién tiene justicia, aunque es gente en
este caso tan mal ynclinada, que quando hallan ocasión, no guardan la cara
al amigo. Otro género de sclauos ay después que los spañoles están en esta
tierra, que se an vendido en tiempo de hambre por comida, en tiempo de la
hambre el padre al hijo, el hermano al hermano, el tío al sobrino, y otros
asimismo por muy poco precio, en lo qual, el que compraua hazía misericordia
al comprado, que jamás vendían sino al que estava tal que no podía viuir por
sí. Dexo de los que rovauan a los timauas y vendían por sclauos.
AGI, Audiencia
de Filipinas, 84